| Descripción |
Acuarela que representa a una madre, sentada en sillón de estilo imperio de color azul, con su hija de pie, a su lado. La dama luce indumentaria de finales de los años 20 y principios de la década de 1830, con hombros muy bajos y amplias mangas abullonadas, con gorguera y un lazo marcando el fino talle. Cubre su cabeza con sombrero de ala ancha, repleto de flores y cubierto de tul, que anuda bajo su barbilla. El peinado enmarca el rostro con grandes bucles sobre las sienes. Rodea a su hija con su brazo izquierdo, mientras sostiene en su mano unos impertinentes. La niña peina sus rubios cabellos con bucles laterales a partir de una raya en medio, y luce un vestido claro de amplio escote y lazo azul sobre el hombro.
La escena está protagonizada por la archiduquesa de Austria Henriette von Nassau-Weilburg y su hija María Carolina, la penúltima de los seis hijos que tuvo con el archiduque Carlos de Austria. Esta tierna imagen está realizada con gran delicadeza técnica que transmite una exquisita elegancia. Desprovista de toda ornamentación y centrándose casi exclusivamente en los personajes, el autor ha reducido el fondo a un ambiente brumoso, del que surgen las dos protagonistas.
Nos encontramos ante una copia de la acuarela realizada en 1829 por Johann Nepomuk Ender (hoy en paradero no conocido, habiendo sido vendida en subasta en el año 2018). Ender fue un afamado pintor de retratos desde los inicios de su carrera, aunque también cultivó temas bíblicos y el arte de la miniatura. En la colección de la Albertina se conservan varios dibujos a la acuarela del mismo tono íntimo y familiar que el de la archiduquesa con su hija. Entre ellos, uno en el que retrata a la archiduquesa Henriette sola, firmado y fechado en el año 1829 (inv. 47611). Un tercer dibujo en el mismo museo retrata a la archiduquesa con su hijo Alberto (inv. 23860). Éste último no está fechado por el museo, pero la retratada luce idéntico vestido que en el dibujo en que aparece sola, por lo que posiblemente sea de este mismo año. De esta forma, también, resultaría que ese año de 1829 sería en el que Johann Ender trabajaría para la familia real austriaca con los tres dibujos: el retrato de la archiduquesa sola y acompañada por el mayor de sus hijos varones y su hija menor. A finales de ese año 1829, el 29 de diciembre, Henriette falleció con tan sólo 32 años, a causa de una escarlatina.
El dibujo que nos ocupa tendría por tanto una datación posterior a la realización del original. Por el nivel de detalle con que se ha reproducido, creemos que el autor vería la acuarela original y no la copiaría a través de una estampa (que también sabemos que se realizó, como demuestra la conservada en la Albertina con número de inventario D/I/60/64). Cuestiones como el color de la tapicería de la silla y algunos detalles no trasladados a la estampa, así lo parecen corroborar. Ignaz Rungaldier (1799-1876) comenzó su carrera estudiando el arte del grabado con Johann Veit Kauperz, pasando a ser en 1816 alumno de la Academia de Viena. Reprodujo especialmente obras de maestros alemanes y alcanzó gran éxito como pintor de retratos en miniatura y acuarelas, influenciados por Carl Josef Alois Agrico y Johan Nepomuk Ender, como evidencia la obra que aquí tratamos.
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